Al momento de invertir, dos conceptos que hay que considerar son los de horizonte temporal de inversión y plazos de inversión. Al conocerlos, considerarlos y manejarlos correctamente, puedes lograr maximizar tus rendimientos y reducir la incertidumbre.

¿Qué es el Horizonte temporal de la inversión?

Este es el periodo de tiempo durante el que una persona, en este caso el inversor, está dispuesto a mantener invertido su capital, es decir, que no planee necesitarlo para otros fines o conceptos.

Los tipos de horizonte temporal pueden ser de corto, mediano o largo plazo, e incluso, algunos pueden establecer un horizonte mayor. 

Tipos de plazo de inversión

Existen tres plazos de inversión, que puedes emplear de acuerdo a tus objetivos, así como a tu perfil de inversionista y tu nivel de aversión al riesgo.

Corto plazo

Cuando necesitas liquidez de manera pronta o inmediata, o tienes metas muy próximas para las que necesitas el efectivo, te convienen inversiones a corto plazo, las cuales si bien tienen la ventaja de proporcionar esa liquidez cuando la necesites, también ofrecen rendimientos más bajos. 

 

Mediano plazo

Si tu horizonte de inversión es más amplio, por ejemplo, entre 2 y 5 años, puedes elegir invertir a mediano plazo, que a diferencia de las anteriores, ofrecen un mayor nivel de riesgo, pero al mismo tiempo mayores rendimientos. 

Largo plazo

Si lo que deseas es hacer crecer tu patrimonio, una inversión a largo plazo es lo que te conviene. Este tipo de inversiones involucra un plazo mayor a cinco años, pero representa mayores ganancias, y en algunos casos menores riesgos que las anteriores. Un ejemplo de ello puede ser el pago de la universidad, o la adquisición de un bien inmueble.

En el caso de los bienes raíces, estos pueden tener una doble función: pueden otorgar rendimientos al ser puestos en alquiler, una liquidez casi inmediata al venderse, o ganancias a largo plazo si se invierte desde preventa para posteriormente revenderse.

¿Cuáles son las mayores diferencias entre inversiones a corto o largo plazo?

  1. Diferentes expectativas. Las inversiones de largo plazo buscan generar valor durante varios años, para que en un futuro puedan venderse con fines de lucro. En cambio, a corto plazo se consideran más de protección, como cierto ahorro, o como una forma de conseguir liquidez inmediata.
  2. Diferentes necesidades. Dependiendo de la etapa de vida del inversionista, se pueden elegir entre ambos plazos, o una combinación de ambos. Es más probable que jóvenes adultos elijan inversiones a mediano y largo plazo, mientras inversionistas mayores o maduros opten por plazos más cortos. 
  3. Diferentes riesgos. A corto plazo, el riesgo son factores como la inflación, mientras que a largo plazo, sin considerar las inversiones en bienes raíces, la volatilidad es uno de los mayores riesgos. 

Identifica tus objetivos, tu perfil de inversionista, tu aversión al riesgo, y maximiza tus beneficios. Si lo tuyo son mayores ganancias a más largo plazo, confía en nosotros para guiarte en tu inversión en bienes raíces.